45 años de Vins el Cep, cuatro familias y un proyecto arraigado al territorio
Una bodega con identidad propia que hoy mira hacia adelante con el liderazgo de la segunda generación
Este año celebramos el 45º aniversario de Vins el Cep, reafirmando la vocación con la que nació: elaborar vinos y espumosos que expresen con autenticidad y excelencia nuestros terruños de Espiells, la zona histórica de viña donde arraiga el proyecto. Desde 1980, la bodega ha mantenido un firme compromiso con la tierra y con el respeto por el paisaje vitícola.
El proyecto surgió de la unión de cuatro familias viticultoras de Sant Llorenç d’Hortons y Gelida: los Carreras (Can Prats), Esteve (Can Simon), Masana (Can Castany) y Parera (Can Miquel de les Planes), cuatro valientes que creyeron que, si se escuchaban y confiaban los unos en los otros, lograrían hacer posible la visión que todos compartían. Apostaron por un proyecto que no solo nace de la tierra, sino también de la vida compartida y de la amistad, convencidos de que sería más fuerte con el tiempo. Decidieron sumar esfuerzos con un objetivo claro: poner en valor la uva que cultivaban y transformarla en vinos que explicaran la singularidad del territorio con respeto y honestidad. El símbolo de la bodega, cuatro semillas que se unen, representa perfectamente esta trayectoria: las cuatro familias fundadoras, el origen y la vida, y el camino compartido que ha permitido construir un proyecto sólido, honesto y profundamente arraigado.
Este espíritu de unión y confianza es lo que ha permitido que hoy Vins El Cep sea una bodega consolidada, llena de sentido y profundamente vinculada al territorio. Y es este espíritu el que nos han transmitido a la segunda generación, encabezada por las hijas, que seguimos impulsando el proyecto. El relevo generacional es, en sí mismo, una prueba viva de aquella primera intuición de los fundadores: que cuando hay voluntad de entenderse, cuando se colabora y se comparte el camino, el resultado es más fuerte que cualquier trayecto hecho en solitario.
Hemos sido la primera bodega del Penedès en aplicar la viticultura biodinámica y la responsable de elaborar el primer cava biodinámico del mundo, convirtiéndonos en un referente internacional en la elaboración de vinos de identidad. También fuimos los primeros en obtener la distinción de Elaborador Integral, que certifica una vinificación 100% propia.
Con la segunda generación al frente, el proyecto avanza con ilusión, respeto por el legado y un profundo compromiso con la sostenibilidad y el territorio. Afrontamos el futuro con la responsabilidad de seguir cuidando los viñedos y de recuperar variedades propias, mientras que la apuesta por elaboraciones singulares sigue marcando el camino de una evolución constante, fiel a la esencia y a la calidad.
“En Vins El Cep siempre hemos tenido claro que nuestro verdadero patrimonio es esta tierra. Aquí es donde late nuestra historia. Hoy mantenemos intacta la misma ilusión y el compromiso de cuidar este territorio para que continúe hablando a través de nuestros vinos.” – Maite Esteve.

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